UNA RIFA QUE QUEDÓ EN MANOS DE LA COMUNIDAD

Siempre que hay una rifa, una venta o una idea que requiere de apoyo, compro boletas, invito a alguien y trato, en lo posible, de apoyar esas ideas.

Este año por primera vez no pude estar en nuestro muy afamado Festival Gastronómico y lo lamenté mucho.

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Me llamaron esa tarde la muy querida Ruth a contarme que me había ganado el mercado que los muchachos de undécimo habían rifado. Me alegré y le conté a mi esposa quien también se alegró mucho, imagínense un mercado de 500.000 pesos. ¡¡¡Una maravilla!!!

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Mi esposa en la noche me dijo, “¿y qué vamos a hacer con el mercado, si sólo llegamos hasta dentro de una semana de paseo?”, le conté que se trataba de alimentos no perecederos y enlatados y que no había problema, a lo que dijo, “y si es una rifa de la comunidad, ¿por qué no se queda el premio allá?”, y lo decidimos juntos.

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Le pedimos a Marbely, nuestra Trabajadora Social, que seleccionara a las nuevas familias ganadoras y a ellas les entregamos los mercados en compañía de los representantes de padres de familia, para que lo disfrutaran con sus hijos.

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¡Felicitaciones!

EMBER ESTEFENN

Rector