TRES ÁREAS EN UNA CAMINATA

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El parque Simón Bolívar fue el testigo que tres asignaturas se unieron para trabajar con un solo propósito: que nuestros estudiantes de quinto aprendieran de una actividad recreativa, física y de trabajo en equipo.

Todo era alegría en la mitad de un parque que brilla por su naturaleza y su organización y en el que teníamos material de sobra para, entre todos, sacarle provecho. Y fue así que la primera actividad consistió en una charla sobre el propósito de la jornada: se les contó que el Parque Simón Bolívar es considerado “El pulmón de la ciudad” por su ubicación, extensión, vegetación y los muchos lugares que lo componen. Después de esta pequeña, pero importante charla, dimos comienzo a la gran actividad.

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¡A caminar!!! Nos dispusimos a recorrer el parque con “misiones” impuestas por cada área:

  • Ciencias Sociales tomó de referencia diez puntos del parque. En grupos de tres o cuatro estudiantes tendrían que ubicar sus puntos cardinales y describir las características de cada punto por donde íbamos pasando.
  • Ciencias Naturales propuso, en medio del recorrido, recolectar diferentes hojas y clasificarlas según la guía que se les había entregado previamente.

Dimos inicio desde la gran arenera, de la cual los estudiantes no querían salir, pero el recorrido nos esperaba.  El segundo punto fue el llamado “La Playa”, una vista hermosa desde donde se ve el lago con toda su grandeza; la tercera parada “El Puerto”, en donde muchos estudiantes quisieron embarcarse en las diferentes lanchas que allí se encuentran. La cuarta estación no lo creían, pero llegamos a un parque infantil grandísimo, en donde la diversión fue la prioridad; el quinto punto, “El Faro”, para posar y tomar fotos; el sexto punto el Gimnasio Ambiental; aquí casi todos tuvieron la oportunidad de usar los diferentes aparatos que sirven para trabajar la fuerza, tonificar y hacer rutinas cardiorrespiratorias.

La montaña fue nuestra séptima cita:  aquí… ¡A rodar se dijo! Los rollos para bajar esta montaña fueron la constante, pero el tiempo apremiaba y el estómago pedía algo de comer y era hora de compartir todo lo que llevamos de almuerzo.

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Para finalizar, llegamos al parqueadero en donde tuvimos que despedirnos, pero con unos deseos enormes de volver porque, la verdad faltó tiempo para disfrutar de este lugar que muchos de nosotros no gozamos por darle prioridad a otras cosas y nos olvidamos que necesitamos oxigenarnos y recrearnos y que el Parque Simón Bolívar tiene todos los ingredientes para cumplir con este objetivo.

 

AREA DE EDUCACIÓN FÍSICA